sábado, 19 de mayo de 2012

EL VIAJERO CRITICÓN. Antropología del turista. #1 Las Parejas Que Nunca Se Separan (ese monstruo bicéfalo)

Siempre en lugares turísticos clásicos y paradisíacos tipo portada folleto de agencia de viajes o póster para habitación de venta en sección de papelería de Carrefour. Mayoritariamente de entre 20 y 35 años y de cualquier nacionalidad (especialmente empalagosos los franceses y chinos). Jamás, repito: J-A-M-Á-S (subrayado negrita cursiva) se separan, haya 40°c y 90% de humedad y estén sentadas en un sofá de sky cada uno mirando su teléfono,o haya habido entre medias una flatulencia furtiva; si van al baño se esperan en la puerta. Si te quedas mirando a la chica (por lo que sea, aunque ella sea un ñu) el novio te lanzará un láser desintegrador von los ojos cada vez que te cruces con ellos (dos, claro). Siempre te odiará. Ellas,a veces, se te quedan mirando no sin cierta lascivia (especialmente cuando eres un golden boy sin abuela como yo), para retirarte dicha mirada pensando: "yo, que estoy buenísima pertenezco a mi chico que es el más guapo, interesante, atractivo e inteligente del mundo, al menos más que tú" (aunque ambos sean dos costrollos de armas tomar, él trabaja o aspira a trabajar en, al menos, un banco, es la primera vez que sale de su pueblo con paquete de viaje semi-contratado, y ella aspira a salir bien en las fotos que se hacen en la playa cada atardecer).
Para finalizar decir que intentan aparentar ser felices, aunque no se les suele ver ni hablando ni riendo; que se dan besos con los labios brillantes de grasa mientras comen arroz frito con pollo al curry al estilo malayo, y que, o duran toda la vida o rompen en cuanto regresan.
Ya me criticaré a mí cuando llegue mi raza.

viernes, 11 de mayo de 2012

La Mochila... #2



#2 Llega el momento de preparar la mochila. Lo esencial, lo superfluo. ¿Con qué cargamos a la espalda? ¿merece la pena llevar esto o aquello, dejarme la chepa en el camino por transportar ese cacharro o aquella tartana?... es un momento que me encanta. Por lo general siempre llevamos más de lo que necesitamos, pero... ¿quién es capaz de renunciar a la música cuando se imagina un atardecer frente al Mar de Java, o a abandonar la buena literatura una soleada mañana hoyando la cima de un volcán en Sulawesi?.

Con el paso de los años el avance tecnológico nos permite minimizar pesos y volúmenes, ya no hemos de cargar con aquellos trastos de antaño llenos de pilas y botones. El saco de dormir no ocupa mucho más que una botella de litro y medio de agua, y podemos esconder una biblióteca que ocuparía habitaciones enteras en una tarjeta ínfima de memoria que más tarde leerá un dispositivo de apenas 200 gramos. Tecnología, tecnología, tecnología.

Tan sólo algo de ropa, lo justo, un par de cada (camisetas, calcetines, calzoncillos) y un bañador, un pantalón, un chubasquero (aunque para esto mismo no hay nada como un buen paraguas-bastón); un pañuelo grande que ejerza como toalla-esterilla; y algo de ocio (lectura, música, un teléfono liberado que te permita estar localizable comprando tarjeta de recargo local); poco más.

En realidad, lo esencial son las ganas, y eso ni pesa ni hace falta guardarlo en una mochila. 

Las ganas, y un ukelele, claro está.

Palencia 11 de Mayo de 2012

miércoles, 9 de mayo de 2012

Buscando el Fin del Mundo... #1

#1 Como muchos sabréis, esta Primavera-Verano-Otoño, o lo que viene a ser el periodo de entreNieves, recobro el sano vicio de los grandes viajes, aquellos que se realizan sin fechas ni objetivos, sin destinos marcados ni postales turísticas que añadir al Currículum, sin saber poco más que extraños nombres escritos en aún más extraños mapas. 
Pocas y pequeñas ambiciones se vislumbran en este periplo de cinco meses que comenzará el próximo 15 de Mayo, y que debería finalizar en un ahora lejano 15 de Octubre...ascender algún volcán pero sobretodo ver el rojo de sus efluvios a la luz de la Luna; bucear entre peces de mil colores descubriendo un universo que se esconde donde nuestros más oscuros temores comienzan; disfrutar de noches estrelladas bajo la cúpula celestial del hemisferio Sur desorientado ante constelaciones que nunca supuse que existieran; y, sobretodo, encontrar un Fin del Mundo que seguramente halle, como siempre que uno se embarca en largas cruzadas, en el lugar más insospechado: mi cerebro y el alma que en él se esconde.
Intentaré manteneros al día en este viaje, intentaré transmitir un poco, al menos, de todo aquello que viva, que sienta, que disfrute y padezca en esta travesía Buscando el Fin del Mundo.

Palencia, 9 de Mayo de 2012