viernes, 11 de mayo de 2012

La Mochila... #2



#2 Llega el momento de preparar la mochila. Lo esencial, lo superfluo. ¿Con qué cargamos a la espalda? ¿merece la pena llevar esto o aquello, dejarme la chepa en el camino por transportar ese cacharro o aquella tartana?... es un momento que me encanta. Por lo general siempre llevamos más de lo que necesitamos, pero... ¿quién es capaz de renunciar a la música cuando se imagina un atardecer frente al Mar de Java, o a abandonar la buena literatura una soleada mañana hoyando la cima de un volcán en Sulawesi?.

Con el paso de los años el avance tecnológico nos permite minimizar pesos y volúmenes, ya no hemos de cargar con aquellos trastos de antaño llenos de pilas y botones. El saco de dormir no ocupa mucho más que una botella de litro y medio de agua, y podemos esconder una biblióteca que ocuparía habitaciones enteras en una tarjeta ínfima de memoria que más tarde leerá un dispositivo de apenas 200 gramos. Tecnología, tecnología, tecnología.

Tan sólo algo de ropa, lo justo, un par de cada (camisetas, calcetines, calzoncillos) y un bañador, un pantalón, un chubasquero (aunque para esto mismo no hay nada como un buen paraguas-bastón); un pañuelo grande que ejerza como toalla-esterilla; y algo de ocio (lectura, música, un teléfono liberado que te permita estar localizable comprando tarjeta de recargo local); poco más.

En realidad, lo esencial son las ganas, y eso ni pesa ni hace falta guardarlo en una mochila. 

Las ganas, y un ukelele, claro está.

Palencia 11 de Mayo de 2012

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